Mamá asiente y yo corro
escaleras arriba, me quedo pensando en cómo será vivir con una persona que no
conoces, no me agrada mucho la idea pero tal vez así conozco una amiga
verdadera ya que mi amigo verdadero sólo es Changjo.
Escucho el timbre haciendo que
salga de mi estado que estaba por quedarme dormida, espero que mamá abra pero
el oír la insistencia en la puerta bajo, decido ir a abrir yo, miro hacia la
cocina, la sala y a cada lugar a mi paso pero no está, el timbre sigue sonando
y camino con pesadez hacia la puerta, la abro aún somnolienta y me encuentro
con mi amigo ahí.
—¿Changjo?
—artículo en un hilo de voz.
—Anthea,
pensé que no había nadie, creo que llevo llamando como 15 minutos a la puerta —cambia su peso de pie.
—No, es
que estaba casi dormida y pensé que mamá abriría.
—¿Qué te
pasa? ¿Por qué te fuiste así?
—Bueno
tenía que hablar con mi madre, acerca de la universidad.
—Pensé
que dijiste que estabas enferma.
—Bueno sólo
fue una excusa.
—¿Pasa
algo con la universidad?
—No, no
era nada importante, sólo que iré a vivir más cerca para no atravesar todos los
días la ciudad.
—¿¡Qué!?
¿Hablas en serio?
—Sí, pero
pasa —me aparto de la puerta para que
pase y se sienta en el sofá —bueno así
es y bueno dijo que me han conseguido un apartamento con dos habitaciones y que
puedo rentar la otra habitación a algún universitario.
—¿Y te
agrada la idea? —pregunta
intrigado.
—No, pero
creo que es buena idea así por el valor
del apartamento.
—No puedo
permitirlo Anthea, eres como mi hermana así que compartiremos ese apartamento,
recuerda que vamos a la misma universidad, además yo creo que a tus padres no
les disgustaría.
—Changjo…
Y… ¿Qué crees que diga Fernanda? —dudo
un poco al mencionarla pero no puedo ignorar su relación.
—Debe
entenderlo yo dije que eres como mi hermana gemela por tener la misma edad que
yo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario